LA CARA MÁS AUSTERA DE LA CASA REAL

La situación económica y la coyuntura actual han obligado a potenciar los eventos low cost. Momentos especiales vestidos con empaque y corrección pero sin grandes dispendios económicos. Y el mejor ejemplo vamos a tenerlo en la proclamación del nuevo rey de España, Felipe VI. Esa austeridad de la Casa Real considero que va a significarse en el vestuario de los actuales Príncipes de Asturias y en el número de invitados.

En la ceremonia no estarán presentes miembros de otras casas reales con las que España tiene una estrecha relación, ni el las hermanas del actual príncipe. También se ha optado por no celebrar misa de coronación después de que Felipe VI se convierta en Rey de España. Toda una serie de decisiones que marcan una nueva forma de trabajar en la organización de eventos donde no falta el respeto a la norma, al correcto proceder y al buen gusto. Eso sí, con menos bombo y opulencia en el proceder.

No dejaremos de ver durante el acto lo más simbólico de la proclamación, como es la imposición del fajín de capitán General a Felipe VI que lo recibirá de manos de su padre en la Sala de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, Los honores de los tres Ejércitos al Rey en la Carrera de San Jerónimo, los saludos en la Puerta de los Leones a su llegada al Congreso de los Diputados, el juramento y proclamación contemplados en la Constitución, el himno nacional y el primer discurso de Felipe VI como rey. También se celebrará un desfile militar presidido por sus majestades y sus dos hijas, un recorrido en automóvil hasta el Palacio Real donde tendrá lugar el saludo desde el balcón y una recepción oficial.

En cuanto al vestuario, del que se conocerán el próximo jueves todos los detalles, sólo remarcar que el de Dña. Letizia deberá adecuarse a la etiqueta escogida para Felipe VI y que en función de esa elección, deberá escoger un vestido largo con condecoraciones y joyas, un vestido largo sin joyas de ‘gran valor’ o ‘muy evidentes’ o un vestido corto, sin tocado ni sombrero. Todo dependerá, como digo de la etiqueta escogida para D. Felipe. Lo que sí que hay que tener en cuenta es la importancia del color a elegir. Por tratarse de un acto de tal importancia, Letizia debería optar por un color nude y tonos muy suaves, así como elegir un vestido con los brazos y hombros curbiertos y sin escote, ideal para eventos de esta solemnidad. Del mismo modo, sus dos hijas, Sofía y Leonor deberían apostar por un vestuario prêt-à-porter para la ocasión y por una firma española,  en la línea de preferencias de Dña. Letizia que acostumbra a vestir ropa low cost de marcas como Mango. Dentro de esa imagen de austeridad que se desea transmitir sería algo ilógico apostar por vestidos hechos a medida para la futura Princesa de Asturias y su hermana.

Y de lo que no me queda la más mínima duda es de que este evento marcará una nueva línea a seguir en los actos organizados por la Casa Real. Una línea que cuenta con el apoyo de muchos por el hecho de que la monarquía se adapte a las necesidades actuales, y criticada por otros que defienden la solemnidad y el empaque que no debe perder una institución de esa magnitud. Por mi parte, considero que el planteamiento del acto de proclamación es más que acertado, porque está dentro de lo marcado por la tradición y la norma y porque elimina ciertos elementos que pueden dar cabida a críticas por ostentación. Permaneceremos atentos al jueves para ver como se desarrolla definitivamente la ceremonia.

Espero que el post sea de vuestro interés. Un saludo

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