
Hoy quiero hablaros de un baby shower que organicé hace ya unos meses, en otoño de 2014. No suelo compartir con vosotros este tipo de trabajos para preservar la intimidad de los clientes, pero como este es de casa os cuento que tal fue. Venía al mundo mi segundo sobrino, el primer hijo para mi cuñada y el primer nieto de la familia, así que había que preparar algo especial. Aunque hay infinidad de regalos que se pueden hacer a una mujer que espera un niño, yo opté por montar una fiesta sorpresa para la futura mamá. De ese modo, no sólo podría disfrutar de ese momento con sus mejores amigas y sus familiares, sino que también inmortalizaríamos la fiesta para más tarde diseñar un álbum con lo mejor de la tarde.
Una mentira piadosa llevó a la futura mamá a presentarse en casa de sus padres y allí descubrió a familiares, amigas de la infancia, del trabajo y de la universidad. Una vez la protagonista llegó a la fiesta y sin tregua, la hicimos posar en el photocall con todas las invitadas, que más tarde disfrutarían de una mesa dulce, una mesa salada y un rincón de regalos, donde las invitadas dejaron los detalles que habían traído para la ocasión.
Para la mesa dulce apostamos por una fondue de chocolate con fruta fresca, tarta de queso, tarta de yema, tarta de chocolate, bollería, pastas, golosinas, zumos, leche y batidos. En la mesa salada, tortilla, palomitas, agua, refrescos y bocaditos salados. Ambas iban rodeadas por las fotos a modo de postal de los futuros papás. Como protagonista en el centro de la mesa dulce, la más grande de las de la fiesta, colocamos un vídeo con las imágenes de los 8 meses de embarazo que la pareja llevaba a cuestas por aquel entonces.
No faltó ni un detalle. Pero sin duda, la mesa que más gustó fue la de los regalos. Una pecera con patos agua, una tarta de pañales, una cesta y una tarjeta para recoger la firma de las invitadas fue el centro de todas las miradas. Para todas ellas, hubo foto con la futura mamá, tarjeta de agradecimiento y un detalle dulce como recuerdo. Los globos dieron el toque de luz a la estancia con colores oscuros y la ausencia de luz natural al anochecer muy pronto en el mes de diciembre. Cada rincón del salón estaba decorado con estampas del bebé y castañas, granadas y hojas, aprovechando que estabamos en otoño y los colores iban a la perfección con los de la decoración de la casa.
El photocall estuvo muy transitado durante toda la fiesta, con una amena conversación de las futuras mamás, ya que teníamos a más de una embarazada en el baby shower. Fueron muchas semanas de trabajo, invitaciones y encargos, pero mereció la pena. Aquí os dejo algunos detalles de la fiesta.
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Imágenes de Paloma Silla (Destáca-te).
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