Ha llegado el momento de decir adiós al 2014. A apenas unas horas para despedir a un año muy bueno, tanto personal como profesionalmente. Se que suena a tópico el hablar de las cosas malas y de las cosas buenas en Noche Vieja, pero sinceramente si he de sopesar entre las positivas y las negativas, creo que el optimismo, la voluntad, el trabajo y los sentimientos ganan por goleada a los malos ratos y sinsabores.
El 2014 ha cumplido uno de mis grandes sueños, y seguro que aconsejará al 2015 y le susurrará la receta para que los próximos 365 días sean, como mínimo, igual de especiales que los que hoy se despiden pero que permanecerán imborrables en este blog, inmortalizados en alguna instantánea y grabados en mi memoria.
Gracias por hacer de este año una época especial, distinta pero muy agradable. Le pido mucho al 2015, año de cambios, pero no quiero recibirlo sin agradecer todo lo que hasta el día de hoy he recibido de la gente que me rodea. Así que como dice la canción, GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO.
Buenas noches y feliz año nuevo.
