En la tercera jornada de la México Fashion Week hemos podido ver mil formas, cortes abstractos, volúmenes y tejidos muy variados de la mano de Alejandra Quesada. La diseñadora ha combinado terciopelo con lentejuelas, seda, tul, lana,…y texturas muy diferentes. Combinaciones atrevidas y originales que priman la holgura en su confección para que la mujer pueda sentirse bella e ir cómoda.

También hemos podido ver en su defile estampados muy diversos en monos y vestidos, que para mayor contraste se combinan con prendas de abrigo de corte recto y sobrio. Aire vintage en algunas de sus prendas y otras estampadas con lienzos que confieren un cierta reminiscencia art-decó a sus piezas. Calzado plano y grandes plataformas acompañan a estas propuestas abstractas que igual son confeccionadas en forma de vestido con cuadros negros y blancos, que uno con un estampado que recuerda a las maravillasdel universo, deslumbran con los destellos de lentejuelas y crean monos con un toque oriental.



Si de formas hablamos, la colección de Carla Fernández huye de las prendas que marcan figura. La diseñadora acompaña las faldas cortas y los vestidos con ponchos y chals gruesos con cuadros y estampados que desdibujan la figura de la mujer. Prendas amplias que se adaptan a diferentes tejidos y que se personalizan con flecos y cordones que ciñen las prendas a la cintura. Toda la colección en colores oscuros óptimos para la temporada otoño-invierno 2013.



La Carpa Santa Fe ha sido testigo también del desfile de JI B que ha llevado a la pasarela mexicana la colección más femenina de la tercera jornada. Inspirada en Versalles, presenta un corte exquisito y mucho cuidado en la elaboración de las prendas. Con tonos pastel, una amplia gama de azules y colores tierra perfila la silueta de la mujer y explota al máximo sus encantos. Sedas y tejidos dulces para vestidos con mucho vuelo, palabras de honor, flecos y peplum a la cintura en los vestidos de cóctel.




Fotos de Israel Esparza para Vogue México. Montajes de Destáca-te.