Hace cuatro años que comencé a vivir en Alcalá de Guadaíra. Cuando llegué allí no conocía a nadie y además mientras utilizaba mis días para encontrar trabajo y buscar nuevos clientes necesitaba oxigenarme. Quería tener una actividad con la que despejar mi mente y porqué no, conocer gente. Así fue como empecé a ir al gimnasio, precisamente el que me recomendó mi peluquera porque era donde ella acudía para hacer spinning por las mañanas. Pues bien, allí me planté para hacer cinta, circuito de máquinas, pesas. Con el tiempo, hubo una época en la que iba dos veces al día, comenzaron las clases de Pilates y Body combat. Pero ¡qué bonita sorpresa! Un día entre clase y clase vi que había una de Zumba. La verdad, nunca lo había probado, pero pensé ¿por qué no calentar un poco los músculos y divertirme antes de la siguiente clase? Y allí aparecieron ellos: mi gente de Alcalá, como me gusta llamarlos. Pues con Víctor Gardiz al frente, conocí a Sandra, Tere, Mª José, Vanesa, Eva y Mª Ángeles.
Y qué buenos ratitos hemos echado, como dicen por aquí. Coreografías con ritmos pegadizos, yo siempre a la contra de lo que dice el profe (no lo puedo evitar, si el paso es a la izquierda, yo a la derecha, jajaja) y muchas risas entre tema y tema. Incluso nos lió Víctor un día para hacer una exhibición en el club Álamo Center en julio de 2018 y allí que nos fuimos sin saber la coreografía ni nada para apoyar y divertirnos. Gracias a Mª Ángeles, Tere y Sandra por la paciencia de enseñarme la coreografía esa misma tarde en el club. ¡Nunca me he siento tan joven! Siempre recordaré las miradas y risas de los niños que esa tarde estaban en la pista viendo cómo esas “mujeres mayores” lo daban todo para ir sincronizadas en el baile esa misma noche. Está feo que lo diga, pero fue todo un éxito.
También nos hemos juntado para escuchar en directo al Grupo Al aire ¡cómo echo de menos esos ratitos! La música en directo es lo mejor. Te dan un subidón increíble y también han sanado el alma en días en los que todo se ha hecho especialmente duro. Así que por todo ello, equipo, quiero daros las gracias infinitas. Por quererme como una más, y hacer un hueco a esta valenciana cuya vida es un voy, un vengo y un no parar.
MÁS CAMBIOS
Como os decía hemos compartido muchos ratos juntos, coincidido en viajes, cenas y cafelitos. Hemos cambiado de gimnasio y yo de ciudad. Tuve que dejarlos porque mi embarazo fui muy complicado y estuve de reposo siete largos meses. Luego la pandemia no nos lo ha puesto fácil. Las restricciones de movilidad, el toque de queda, las medidas sanitarias y moverse con los niños sin familia en Sevilla hace que actualmente sea muy complicado acudir al gimnasio, aunque ¡lo necesito!.
Soy consciente de que los gimnasios y los pequeños emprendedores están sufriendo mucho con estas nuevas circunstancias así que quiero mandarles a todos ellos, fuerzas renovadas, apoyo y mucha energía a través de este espacio en el que escribo sobre todo lo que me apasiona. Por eso quiero recomendaros a Víctor, que tiene mucho arte para bailar y cantar, a Gloria, su pareja, con la que tenéis que cargar las pilas al 100% antes de ir a una de sus clases porque te deja hecha polvo (en el buen sentido de la palabra :)). Ambos son fantásticos y dan clase en el gimnasio de Soraya, El Templo del Hierro en Alcalá.
A continuación os dejo sus perfiles para que podáis conocerlos mejor:
Víctor y Gloría IG. Latin’s Gardiz
